El municipio de Cee pertenece a la comarca de Finisterre, en la provincia de la Coruña, Galicia. Su población es de 7.712 habitantes, en una superficie de 57 km². Las parroquias de Cee son 6: A Ameixenda, Brens, Cee, Lires, A Pereiriña y Toba.
Su historia data desde muy antigua gracias a los dólmenes encontrados en la zona que lo certifican. Además de nerios y romanos por los restos de castros encontrados.
Pero sería en la Edad Media, gracias a que el arcediano de Trastámara en el siglo XII fijó su residencia señorial en esta localidad, cuando el municipio de Cee pasó de dedicarse de la agricultura a darle más importancia a la pesca, sobretodo de cetáceos, aportándole mayor desarrollo a esta localidad. Prueba de ello es la iglesia de cee.
Con el paso del tiempo ya en la Edad Media, continuó su aumento de población y el municipio se fue consolidando, construyéndose el casco antiguo con sus casas construidas en piedra, sus patios y calles estrechas que a día de hoy se pueden recorrer.
Iglesias como la de Pereiriña, Brens, Lires y Ameixenda. La casa de Mosteirín, el Pazo de Cotón, el Castillo del Príncipe de Ameixenda, son todos construidos en la misma época.
En el año 1809 el municipio de Cee sufrió una invasión de las tropas francesas, dejando gran número de muertos y destruyendo gran parte del municipio. Este hecho unido a la crisis de la pesca a mediados del siglo XIX, obligó a que gran parte de la población tuviese que emigrar.
Ejemplo de D. Fernando Blanco de Lema, que con la edad de trece años emprendió viaje a Cuba. Su primer trabajo fue de dependiente en una tienda de ultramarinos, y cuando alcanzó la edad de treinta y tres años decide abrir su propio negocio de ferretería, llegando a tener varias en la isla de Cuba, llegando a alcanzar una gran fortuna.
Antes de morir, D. Fernando hizo testamento. En él asignaba ciertas cantidades de dinero a dos primos que tenia sin fortuna España. Así como también dejaba parte a La Real Casa de Beneficencia y Maternidad en la Habana y a la Sociedad de Beneficencia de Naturales en Galicia.
Pero la mayor parte de la fortuna la quiso dedicar en su pueblo natal, dejándole la cantidad de 750.000 pesos de oro, para que construyera y mantuviese un colegio de primera y segunda enseñanza.
D. Fernando Blanco de Lema murió días después el 7 abril de 1875. Sus cenizas reposan el la capilla del colegio que mandó fundar.
Actualmente el turismo y el comercio es la actividad principal. Sus hoteles, restaurantes que ofrecen gran variedad gastronómica. Conocido es la calidad de sus mariscos como la nécora, centollo, camarón, vieiras y como olvidarse de su mejor percebe.
Además cuentan en la zona con casas rurales y ofertas de ocio en bares, pubs y discotecas. Hacen que el visitante se sienta atraído por este bonito municipio.
Sin olvidarse de su riqueza natural, paisajística. Buena prueba de ello son sus bosques y sus hermosas playas. Como la ría de Lira que forma parte de la rede natura 2000, o las de Gures, La Concha y Estorde que también gozan de gran belleza.